FRIDA B&W



Frida Kahlo entendía la fotografía como un medio discursivo y performativo, como un lenguaje que trascendía la imagen y que le permitió nuevas estrategias creativas. Llegó a posar para más de treinta fotógrafos. Mediante el posado y la mirada dirigida directamente hacia el espectador, Frida trató de que la fotografía consiguiera una subversión sobre los roles de género, jugando al "extrañamiento andrógino"; una reflexión sobre la identidad nacional y la importancia de la tradición histórica; una metafísica de la múltiple identidad como artista y como modelo, como sujeto y como objeto de la escena. Y, sobre todo, Frida pretendía sugerir la fragmentación de la imagen como símbolo de la fragmentación del cuerpo y del ser. Su propio padre, Guillermo Kahlo, Nickolas Muray, Leo Matiz, Lola Álvarez o Emmy Lou Packard son solo algunos de los nombres de quienes la fotografiaron.