VISTIENDO A FRIDA




realizada por el Museo Frida Kahlo y Vogue México 

El vestido de tehuana, procedente del Itsmo de Tehuantepec, es uno de los símbolos más personales de Frida Kahlo, un símbolo con el que no solo pretendía cubrir las huellas de su enfermedad, sino también para afirmar su identidad y su herencia cultural. El peinado, elaboradísimo a través de trenzas, flores y lazos, forma parte del vestido, obligando al espectador a fijar la mirada en la parte superior del cuerpo. El vestido se convierte, además, en un personaje más de sus cuadros, como en el Autorretrato dedicado a Trotsky (1937), Raíces (1943), Las dos Fridas (1939) y, sobre todo, Mi vestida cuelga ahí (1934), donde el traje de tehuana contrasta con el resto de símbolos de una sociedad industrial y deshumanizada.